Elche se convirtió en la tarde del día 15 en el centro cultural, religioso, artístico y emocional de toda la provincia al acoger el ascenso y coronación de la Virgen en los cielos durante La Festa, el segundo y último acto de la representación del Misteri d'Elx, Patrimonio de la Humanidad desde 2001 y una auténtica maravilla para los sentidos.
Es un privilegio vivir el Misteri, sentir el Misteri, llorar de emoción en el Misteri. Si como ilicitano es todo una satisfacción que este Patrimonio de la Humanidad emane del pueblo, como cantor, escolano, tramoyista, camarera, patrono o consueta seguramente no haya más orgullo en la vida que formar parte de La Festa.
La basílica de Santa María se quedó de nuevo pequeña para recibir a los cientos de ilicitanos y visitantes que querían asistir a la conclusión definitiva del Misteri, el momento más esperado por los fieles de la Virgen, pero también por los enamorados del drama asuncionistas en su conjunto y desde todas las perspectivas posibles.
Muchos no quisieron contenerse las lágrimas de alegría ante la Coronación de la Mare de Déu, ni abandonar el templo antes de tiempo. Querían acompañar a los cantores y a los niños que, con gran concentración, predisposición y cualidades, demostraron de principio a fin por qué son poseedores del reconocimiento internacional por parte de la Unesco.
Noticia y Fotografías extraídas del Diario Información